Religión, fe, política, intereses económicos, devoción, milagros, retiro espiritual, aislamiento, soledad… Son algunos de los motivos por los que algunas de las más importantes congregaciones religiosas u órdenes militares eligieron Extremadura para la ubicación de sus centros religiosos.
El Real Monasterio de Guadalupe, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, es uno de los centros de peregrinación mariana más importantes del mundo. A pesar de lo aislado del lugar, la devoción que muchos reyes han tenido a este santuario ha provocado que durante siglos, política y religión se entremezclasen entre sus paredes.
El Real Monasterio de San Jerónimo de Yuste, por el contrario es un pequeño cenobio ubicado a los pies de la Sierra de Gredos. El buen clima, la sencillez del lugar, la devoción, fueron algunos de los muchos motivos por los que el Emperador Carlos V lo eligió para su retiro tras su abdicación.